Obra Ganadora de Fondos SECU del Municipio de Quito 2014 El performance teatral Esas Putas Asesinas toma como (pre)texto al cuento de Roberto Bolaño para trazar, a través de la errática voz de una mujer, los escabrosos mapas sobre los cuales el deseo erótico marca su siempre mortal trayecto. El lugar sobre el que se escribe este performance es la arquitectura de una casa construida como metáfora del personaje que la habita, de su psiquis, de su cuerpo deseante y de la desolación compartida por los objetos dejados por el pasado y el trauma. El público traza su propio camino que, a modo de mapa personal, le llevará a participar de la intimidad de este juego.
Procesos de creación En Esas Putas Asesinas fue el lugar propiamente dicho lo que marcó el proceso creativo. Una casa que había permanecido cerrada por décadas se nos abría para que creemos a partir de su arquitectura y de los objetos que contenía. Dicha materialidad nos remitía a un momento histórico- político clave en nuestro país. Salieron a luz ideologías que se había tornado mundos materiales y desde ahí nos interpelaban. El desafío se constituyó en dejar que esa casa como lugar escénico contara su propia historia (salvaguardar esa memoria -política si se quiere-) mientras nosotros íbamos resinificándolo para que a su vez contase la historia de Bolaño. Buscando, además y por sobre todo, alcanzar la autonomía que el discurso visual requería, en esa doble apuesta. Nos propusimos entonces, para lograrlo, -como un consigna creativa - el uso y reciclaje de todo aquello que estaba en la casa (resinificándolo pero cuidando el sentido que tenía y su aura). Como segunda consigna se planteó el uso de toda esa materialidad al servicio del concepto escenográfico: la paradoja del amor (como imposibilidad) expresada en la psiquis de una mujer en crisis. Finalmente, cada artista, que a modo de residencia artística, ocupó la casa, tendría la libertad para intervenirla desde sus propias inquietudes. En gran medida, la casa se impuso, como se impone el soporte que nunca es neutro, y en este caso, menos. Se impuso la historia que la casa quería contar. Pero en medio de esa tiranía, el lugar que inventamos fue posible porque descubrimos ya en la práctica, que la arquitectura puede ser una rica generadora de teatralidad. Asumimos así el reto que significa trabajar en un espacio no convencional. Mover al público de las butacas y hacerlo caminar junto al actor, recorriendo la casa, a la vez que descubre la historia.
Colectivo Mitómana Artes Escénicas David Frank Israel López Pamela Jijón María Dolores Ortiz Gabriela Ponce María José Terán María Josefina Viteri
Artistas invitados: Montaje: David Intriago Música e instalación sonora: Daniel Bitrán, Mauricio Proaño Diseño Gráfico: Hormiga Fotografía: Daniela Merino, Mateo Ponce Trailer: Juan Francisco Jijón Pasantes: Ana Maria Hidalgo